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sábado, 8 de mayo de 2010

WALL STREET BUSCA ORIGEN DE CAIDA EN CASI 1000 PUNTOS, BAJA FUE DE 6% SEMANAL

¿Simple ataque de pánico, falsa maniobra de un corredor o efecto perverso de un sistema cada vez más informatizado? Todavía bajo los efectos del shock, Wall Street y el regulador bursátil SEC intentaban el viernes comprender el origen de la violenta caída de casi 1.000 puntos del jueves.

El presidente Barack Obama anunció el viernes que las autoridades estadounidenses están investigando la "inusual actividad en el mercado bursátil", al tiempo que los índices en Europa y Estados Unidos se recuperaban de nuevas caídas al inicio de la última sesión de la semana.

Obama dijo que las autoridades regulatorias evalúan el tema con detenimiento, preocupadas por proteger a los inversores y evitar que vuelva a ocurrir, y los resultados de su investigación se harán públicos junto a recomendaciones para que se tomen las medidas apropiadas".

Más tarde en la jornada, la Securities and Exchange Commission (SEC) y la Commodity Futures Trading Commission (CFTC) expresaron en un comunicado común que lo sucedido "es incompatible con un funcionamiento eficaz de nuestros mercados de capitales y haremos todo cambio necesario, estructural o de otro tipo".

El pánico que derribó el Dow Jones el jueves continuó en Europa el viernes, con varios mercados perdiendo más de un 4% una hora antes del cierre. Eso a su vez alimentó el temor en Estados Unidos cuando se iniciaba la sesión; el Dow Jones Industrial Average de Wall Street llegó a perder más de 250 puntos en los primeros intercambios de la jornada.

El desplome del jueves se produjo sin advertencia y en 20 minutos. Fue tan precipitado e inesperado que de inmediato surgieron rumores sobre un error humano o de algún problema técnico.

En su punto más bajo, el Dow Jones perdió 998,5 unidades, más de un 9%, a 9.869,62. Una caída histórica en el transcurso de una sesión que fue revertida casi tan rápido para cerrar con una bajada del 3%.

Fue todo tan veloz que fue imposible para los inversores seguir el ritmo de pérdida de miles de millones de dólares a medida que se abandonaban millones de acciones.

Al cierre, el índice se había recuperado significativamente y sólo perdió un 3%, aunque en un día normal esa cifra habría generado preocupación.

Y todos estos movimientos se produjeron en medio de los temores sobre la estabilidad de la eurozona, con muchos expertos inseguros sobre si el paquete de ayuda a Grecia por 140.000 millones de dólares será suficiente para aplacar la crisis sobre su deuda soberana.

Otros analistas consideraron la posibilidad de que el mercado haya sufrido una corrección, tras recuperarse a una velocidad inesperada de las caídas del año pasado.

Pero fue tal la rapidez del desplome que la idea de un error o un problema técnico cobra fuerza. Andy Brooks, operador de bolsa de T. Rowe Price, especuló que el culpable fue lo que se llama un intercambio de 'dedos gordos' ('fat fingers'), en el cual una persona ingresa por error información incorrecta en el sistema. "No tengo idea por qué ocurrió, cuando cae tanto y tan rápido uno se imagina que fue un error o un asunto técnico", dijo Brooks.

Se suman al misterio una serie de intercambios inusuales que involucran acciones de Procter and Gamble, que cayeron un 37% en un momento, y de 3M, que perdieron un 25%, que inciaron una reacción en cadena de ventas generadas por ordenador.

Rumores en Wall Street sugieren que un operador de Citigroup en la bolsa de Chicago cometió un error y ordenó la venta 16.000 millones de acciones de Procter and Gamble en lugar de 16 millones.

Pero dicho mercado dijo que los intercambios de Citigroup "no parecen ser irregulares o inusuales" y Citi afirmó por su parte que no halló evidencia de un error humano. Tanto el New York Stock Exchange como el Nasdaq descartaron problemas técnicos.

Una comisión del Congreso estableció una audiencia el martes para analizar el tema.

Boris Schlossberg, de Global Forex Trading, dijo que la pregunta clave ahora es ver "si se trató de un hecho único o si fue el inicio de una nueva crisis financiera que puede descarrilar la recuperación global y volver a presionar el intercambio a riesgo".

UNA SEMANA PARA EL OLVIDO
Wall Street despidió con recortes del 1,3% una semana para olvidar en la que la bolsa neoyorquina retrocedió un 5,7%. El minicrash del jueves y las tensiones importadas desde Europa por el temor temor a un contagio de la crisis griega pasaron factura al parqué. Los inversores fueron incapaces de encontrar motivos para las compras y eso que el dato de empleo de abril fue el mejor de los últimos cuatro años.

Tras empezar el día a la baja y remontar posiciones posteriormente hasta alcanzar los números verdes, los mercados neoyorquinos volvieron a terreno de pérdidas mediada la sesión y fueron incapaces de cambiar de signo. Al cierre de la jornada el Dow Jones de industriales se dejó un 1,33%, hasta 10.380 puntos, acumulando recortes semanales del 5,7%. El selectivo Standard & Poor's 500 cayó un 1,53%, hasta 1.111 puntos, con un retroceso del 6,4% en la semana. El mercado tecnológico Nasdaq Composite cedió un 2,33%, hasta 2.265 puntos y retrocedió un 8% semanal.

El caos que sufrió ayer el mercado siguió hoy muy presente en la memoria de los inversores, que no terminan de explicarse cómo es posible que un error humano haya podido hundir a la principal bolsa del mundo en cuestión de 20 minutos. La SEC y el Congreso de EEUU ya han anunciado que investigarán los motivos que provocaron el desplome del mercado -el Dow Jones perdió casi 1.000 puntos para recuperar posteriormente 700 y cerrar con recortes superiores al 3%-.

Tras las caídas históricas que se registraron en esos 20 minutos de locura, el Nasdaq decidió cancelar las transacciones que se llevaron a cabo en dicho periodo de tiempo y que se saldaron con pérdidas del 60% en el valor de las acciones. El índice tecnológico publicó hoy un listado con las operaciones invalidadas. Tanto la SEC (la CMNV de EEUU), como el Congreso estadounidense ya han anunciado que abrirán sendos procesos de investigación para tratar de esclarecer los motivos del 'minicrash'.

Aunque los rumores apuntan a un fallo humano, lo cierto es que en EEUU mercados e inversores estaban más que nerviosos por la inestabilidad financiera que se vive en Europa, lo que podría haber influido en el extraño crash que sufrió la bolsa. La posibilidad de que el virus de la crisis griega se expanda por otros países de la zona euro como España, Italia y Portugal ha sido un lastre insalvable para las plazas bursátiles del Viejo Continente. El selectivo español fue sin lugar a dudas el más castigado de los índices con una pérdida semanal del 13,8%, la mayor desde la quiebra de Lehman Brothers.

Mensaje optimista de Obama para calmar los nervios
Aunque el presidente estadounidense, Barak Obama, tiene por costumbre hacer algunas declaraciones siempre que se publica el dato de paro mensual, la intervención que hizo hoy el líder demócrata también estaba encaminada a calmar el ánimo de los inversores tras la caótica sesión del jueves. El mandatario quiso lanzar un mensaje de optimismo a sus conciudadanos aprovechando los favorables datos macro.

En el mes de abril la principal economía del mundo creó 290.000 puestos de trabajo, cifra my por encima de las previsiones de los analistas, que supone, además, el mayor repunte de los últimos cuatro años. La nota negativa es que la tasa de paro subió hasta el 9,9% desde el 9,7% previo. Para Obama, los datos demuestran que la economía del país "ha estado creciendo durante buena parte del año", algo muy favorable para que la "confianza empresarial aumente" y mejoren los datos de empleo.

Goldman y AIG
En el apartado empresarial hoy fueron protagonistas las entidades Goldman Sachs (+0,55%) y AIG (+5,5%) por razones bien distintas. En el caso del banco, podría decirse que desde que la SEC le acusó de fraude le llueven los problemas. Ahora han sido los propios accionistas de la entidad los que han arremetido contra la dirección de la empresa por el modo en el que actuó la compañía durante el estallido de la crisis.

En la junta celebrada hoy el propio banco anunció que estudiara "en profundidad" sus prácticas de negocio. Su presidente, Lloyd Blankfein, lamentó la poca sintonía entre la imagen propia que tiene de sí su empresa y la imagen que proyecta en el exterior. Pese a estas palabras, el directivo no se libró de la quema y tuvo que aguantar estoicamente como los accionistas le calificaban de "violador de bancos".

Mucho mejor le fueron las cosas hoy en bolsa a AIG después de anunciar un beneficio de 1.450 millones de dólares ó 2,16 dólares por título.

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