En el Palacio de Gobierno y en presencia del presidente de la República, Alan García Pérez, el ministro de Comercio Exterior y Turismo, Eduardo Ferreyros Küppers, y el secretario de Economía de México, Bruno Ferrari, suscribieron esta mañana el Acuerdo de Integración Comercial que amplía y profundiza los compromisos que ambos países se habían otorgado en el Acuerdo de Complementación Económica (ACE) N-º 8, suscrito en 1987.“Este acuerdo busca incrementar los flujos de comercio e inversión bilaterales, tomando ventaja del dinamismo económico del Perú y México, favoreciendo el desarrollo de ambas economías en beneficio de la población. Una de sus ventajas es que tendrá vigencia indefinida, lo cual dará seguridad jurídica a los operadores comerciales”, explicó Ferreyros.
Entre el 2000 y 2010, el intercambio comercial entre ambos países creció a una tasa promedio anual de 13 por ciento, pasando de 414 millones de dólares a 1,456 millones de dólares en ese período. Con el TLC, se estima que el comercio bilateral se duplique en cinco años.
El acuerdo, que entrará en vigor una vez que concluyan los procedimientos internos de cada país, establece compromisos en cuatro grandes rubros. En primer lugar, en comercio de bienes, se refiere a reglas de origen, procedimientos aduaneros, reconocimiento mutuo de denominaciones de origen, salvaguardas, medidas sanitarias y fitosanitarias, obstáculos técnicos al comercio y prácticas desleales.
En cuanto a comercio servicios, aborda servicios financieros, transfronterizos, entrada temporal de personas y reconocimiento mutuo de certificados de estudios. Además, en el rubro de inversión incluye garantías a los inversionistas y acceso a un mecanismo de arbitraje internacional. Finalmente, detalla asuntos institucionales y mecanismos de solución de controversias.
Por otra parte, el Perú y México acordaron profundizar el acuerdo en el futuro a través de la negociación de compromisos en materia de compras del sector público y de facilitación del comercio y cooperación aduanera.
Debe destacarse, asimismo, el proceso de consultas que los gobiernos de los dos países mantuvieron durante la negociación con sus respectivos sectores productivos, lo cual permitió avanzar en la negociación y en la toma de decisiones para el logro de este acuerdo.
Finalmente, con la suscripción del acuerdo y su nivel de cobertura, se sientan las bases para avanzar en otras iniciativas regionales y en el nivel de integración que ambos países aspiran alcanzar en los próximos años.
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