Las emisiones de CO2 de la tableta de Apple son entre tres y cinco veces más que la de un iPhone o un iPod pero 2,6 veces menos que las de un portátil MacBook.
El iPad contamina. Sí, como cualquier otro producto, el gadget de moda supone un impacto ambiental en las fases de fabricación, transporte, uso o residuo. Según el fabricante, Apple, su nuevo “juguete” puede llegar a emitir en todo su ciclo de vida, unos 130 kilos de CO2, tres veces más que las emisiones estimadas para un iPhone y más de cinco veces las de un iPod.
Según la información facilitada por la empresa Apple, catalogada como una de las diez empresas más verdes por Greenpeace, una tableta iPad supone emitir en todo su ciclo de vida unos 130 kilos de CO2. Esta estimación cambia de acuerdo a cómo se calcule o el país donde se usa.
Adicionalmente, muchos son los factores que son tomados en cuenta para medir la contaminación de este producto. Está la fabricación, distribución, uso, entre otros factores, que determinan si beneficia o perjudica al medio ambiente.
USOS
De acuerdo al diario español El País, las emisiones de CO2 del iPad son tres veces las emisiones estimadas para un iPhone o más de cinco veces las de un reproductor de música iPod. Pero también, al contrario, 2,6 veces menos que las de un portátil MacBook o diez veces menos que las de una computadora iMac.
La mayor cantidad de emisiones causantes del cambio climático de un iPad se darán durante su utilización por parte del consumidor (un 49%), siendo menores las de la fabricación del dispositivo (45%), las del transporte (5%) o las de su reciclaje (1%).
FABRICACIÓN
El iPad, está compuesto de 155 gramos de vidrio, 155 g. de pantalla, 125 g. de aluminio, 55 g. de plásticos, 45 g. de circuitos, 155 g. de batería de polímeros de litio y 40 g. de otros materiales distintos. En total, 730 gramos(1) de piezas ensambladas en China y distribuidas en barco y avión por medio mundo.
El iPad supone un avance en la eliminación de productos químicos que pueden ser peligrosos. En su fabricación no se ha utilizado arsénico, retardantes brominados (BFR) o plástico PVC. Tampoco se ha empleado mercurio, pues en la pantalla de cristal líquido de 9,7 pulgadas de este dispositivo se usa retroiluminación por LED.
“NUBE” MARRÓN
Sin embargo, su impacto sobre el medio ambiente no se limita al del propio dispositivo. Los cambios en los hábitos de consumo hacen que cada vez se recurra al Internet para hacer una gran lista de cosas. Esto aumentará gracias a la tecnología “en nube” y tendrá un mayor gasto de energía.
En caso de que no se utilice energía renovable, se triplicará el consumo de energía para el 2020 “Los medios digitales son el futuro y deben utilizar energías renovables. Esa es la pregunta realmente importante que hay que contestar y el desafío para todas las compañías líderes en la carga de la nube: ¿La nube será verde o marrón?”, afirmaron los de Greenpeace.
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