Toyota Motor Corp. aceptó el lunes pagar una multa récord de 16,4 millones de dólares por no haberle notificado a tiempo a las autoridades que algunos de sus automóviles tenían un acelerador defectuoso.
En un comunicado, la firma automovilística dijo que accedió a pagar la multa "para evitar una disputa prolongada y un posible litigio", lo que le permitirá a la empresa avanzar.
La compañía negó haber violado la ley, alegando que "no intentó esconder un defecto para evitar el tener que lidiar con un problema de seguridad".
La multa es la más alta pagada por una empresa automotriz al gobierno estadounidense. El secretario del Transporte, Ray LaHood dijo que Toyota puso en peligro a los consumidores al no reportar sus problemas de seguridad.
"No revelaron que había un problema en los primeros cinco días. No lo hicieron público por varios meses, por lo que los multamos con las penas máximas y ellos decidieron pagarlas. Y eso significa que saben que hicieron algo malo", le dijo LaHood a los reporteros en San Luis. "Si trataron de ocultarlo, de eso los acusamos, y han acordado eso", agregó.
El lunes se cumplió el plazo para que la empresa japonesa aceptara o impugnara cubrir la multa, ante las pruebas de que sabía desde septiembre que los pedales de aceleración de algunos de sus autos se quedaban atascados. A pesar de esto, la empresa solicitó hasta enero la devolución de los vehículos para efectuarles las reparaciones respectivas.
El gobierno espera que Toyota pague toda la multa a más tardar en 30 días y que no la impugne a fin de evitar un juicio contra el gobierno ante un tribunal estadounidense, dijo previamente un funcionario estadounidense que pidió no ser identificado.
Aunque Toyota no aceptó directamente su responsabilidad de manera explícita, dijo la fuente, desde el punto de vista del gobierno sí lo hizo al aceptar el pago de toda la multa.
Toyota solicitó en enero a los conductores la revisión de 2,3 millones de vehículos para corregirles los pedales del acelerador que se atascaban en autos populares como el Camry y el Corolla.
Debido a otros problemas de seguridad, Toyota planea continuar con el llamado a reparación de más autos, reveló un funcionario del Departamento del Transporte quien pidió no ser identificado. Agregó que se trata de la camioneta deportiva Lexus GX 460 modelo 2010, debido a un problema potencial que la haría propensa a volcarse.
La nueva medida afectaría a unos 6.000 vehículos que han sido vendidos desde diciembre pasado. La semana pasada, la publicación Consumer Reports emitió una advertencia diciendo que la camioneta es susceptible a volcarse. Toyota reaccionó suspendiendo las ventas del nuevo auto y sometiendo todas las camionetas a pruebas.
A nivel mundial, la empresa japonesa ha pedido que le devuelvan ocho millones de vehículos que tenían problemas en los aceleradores en múltiples modelos y fallas en los frenos en los coches híbridos Prius.
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