Es considerada en la actualidad como la moneda más estable en América Latina, debido a la estabilidad de precios y de la macroeconomía, así como a la caída del dólar.
El nuevo sol peruano cumple 20 años convertido en los últimos meses como una de las monedas más estables de América Latina, tras haber sido la más débil de la región a inicios de los años 90, cuando Perú registró la segunda hiperinflación más larga de la historia mundial.
La fortaleza del nuevo sol se fraguó gradualmente y se aceleró desde el 2006 beneficiado por la caída del dólar en el mercado mundial, coincidiendo con el acceso de García al poder por segunda vez, al ganar ese año sorpresivamente las elecciones.
"Un ingreso masivo de dólares por efecto de inversiones y lo que ocurre con el dólar a nivel mundial, que se está debilitando como consecuencia de la crisis estadounidense y del nuevo orden mundial de monedas", son las razones que explican esta inédita situación de estabilidad en la economía peruana, dijo a la AFP el economista y periodista Augusto Alvarez Rodrich.
"Eso contribuye a que en balance la moneda peruana se haga mucho más sólida", acotó el analista, quien recordó que hace cuatro años el tipo de cambio era 3,50 nuevos soles por dólar, siendo hoy de 2,70 nuevos soles por dólar.
La solidez de la moneda peruana, sin embargo, se debe a la estabilidad de precios y de la macroeconomía, que se inició cuando Perú aplicó con apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) un duro programa de ajuste en agosto 1990 al inicio del gobierno de Alberto Fujimori, quien sucedió a García.
El ajuste de Fujimori consiguió controlar la inflación y dió paso a "un conjunto de reformas económicas profundas, incluyendo apertura, desregulación, privatización y reformulación del papel del Estado y el mercado", que se mantienen hasta ahora, recuerda Alvarez.
El nuevo sol reemplazó al inti (voz quechua -lengua incaica- que en español significa sol), moneda que fue creada por Alan García en 1985 y que dejó de circular en 1990 devorada por una hiperinflación anual de 7.650%.
La inflación en sí misma es una enfermedad de la moneda que consiste en la pérdida de su valor, y el alza galopante de los precios era la señal de esos males en el Perú previo a 1990.
La buena salud actual de la moneda peruana es matizada por el economista Guido Pennano, ex ministro de Industrias de Fujimori, quien dijo a la AFP que la reevaluación del nuevo sol perjudica a la industria local.
"La continua reevaluación del nuevo sol da la sensación de que es una moneda muy sana, pero deja enfermos a sectores productivos peruanos; es necesario una corrección del tipo de cambio para mantener la paridad", advirtió Pennano.
"Si hay inflacion de 3% cada año -explicó- debe haber devaluación y no reevaluación.
Si la moneda no se devalúa no es necesariamente algo bueno: con poca inflación se favorece a los productos importados y eso ocurre en Perú".
"Fuera de las fronteras el nuevo sol es fuerte, pero dentro para los productores peruanos es lo contrario", destaca Pennano como paradoja.
Analistas de la banca local estiman que el nuevo sol mantendrá su tendencia a apreciarse en el corto plazo, según Hugo Perea del Banco Continental.
AFP
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