El proyecto piloto, llevado a cabo en el terminal aéreo Orly de París, comenzó el mes pasado y hasta ahora ha sido recibido con una mezcla de diversión y sorpresa por los viajeros, que con frecuencia tratan de tocar y hablar con las imágenes que les dan la bienvenida y los dirigen a su puerta de embarque.
Las imágenes se materializan aparentemente de la nada cuando un verdadero empleado, de carne y hueso, oprime un botón para indicar el inicio del embarque.
En realidad, estos empleados ‘virtuales’ son proyectados en un material parecido al acrílico llamado plexiglás. Tres agentes de embarque reales del aeropuerto fueron filmados en un estudio para crear la ilusión, que se espera sea más atractiva y fácil de entender que las tradicionales pantallas electrónicas.
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